Con aire distraído, en analítica lectura. Lento pasear.
Mirarte tan intensamente como si no fueses consciente de ello.
Así, con lo ojos un poquito entornados.
Con el final de mis pestañas acaricio la fortaleza de tu cuerpo.
Hasta que mi corazón se acelera. Entonces, me devuelves la mirada.
Y, con las manos encendidas, escribo besos para ti.
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