lunes, 30 de enero de 2017

Elucubrando, un poquito

¡Maldita ignorancia!
Le procuras a una reina por trono un cadalso.
Ella se deja conducir hacia el entarimado, confiada, como un manso rumiante.
Más al sentir en sus pies el primer crujir de las tablas, entiende, en ese preciso instante que ella no quiere eso.
Escucha por vez primera, su voz y siente su ser alado.
!Es tan sencillo volar!
Es marcharse de donde no deseas estar: ahí no es posible ser.

Intento componer mi música en otro lugar, de cuyo nombre intento acordarme.
Soy muy torpe solfeando. Y no me salen los acordes.
Muchas veces, me pierdo con las letras. Las más, me encuentro.
Al menos, estoy aprendiendo a no juzgarme.

Yo vine aquí, sin saber muy bien por qué. Desde mi la ignorancia a mi origen.
Aunque sigo sin saber casi nada, he encontrado en mi tierra algo que desconocía: paz.
Con ella, intento establecer algo de orden en mi caótico ser.
Ahora sí, por fin, a mi manera.

Yo no necesito pensar que el resto del mundo es gilipollas para prepararme a morir (como si tal cosa fuese posible)
Quizás, empiezo a sentir mi fuerza.

Cada uno se va como puede.
A mi me gusta sentir paz. Notar su sabor en la presencia de la bulliciosa vida.

Y, ahora mismo, no necesito más.



Lienzo: Rimi Yang

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