sábado, 8 de abril de 2017

El tamaño de mi NO, es directamente proporcional al del yugo con el que intentas someterme.

La palabra primera que aprendió a decir mi hijo no fue ni papá, ni mama, ni agua. Fue NO.
Ahora entiendo que, entre otras muchísimas cosas, vino a este mundo a enseñarme a hablar de nuevo.




No hay comentarios:

Publicar un comentario