Sé que es difícil, renunciar a los malos hábitos mentales.
La belleza es un estado interior inmutable.
Muchas veces se confunde con proyecciones e imágenes exteriores, con la multiplicidad fabulosa en la que se manifiesta la belleza en el plano natural, mostrando su generosa grandeza.
Y se siente en cada instantánea su eco, su incomparable eco siempre distinto.
La flor es flor.
No hay nada más que entender.
Foto: Pablo Passero
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