jueves, 13 de agosto de 2015

Un chupito de amor

Ojalá no me hubiese asustado, ni me hubiese escondido detrás de cosas que me alejaron de ti y me condujeron a un abismo.

Entonces, no supe ser fuerte. Entonces, no entendía que renunciar a ti supone renunciar a todas y cada una de tus manifestaciones.

En estos días, siento momentos de una profunda emoción en las que no puedo contener las lágrimas. No es tristeza.

Es el privilegio que seas conmigo. Poder apreciar junto a ti todas esas cosas tan hermosas que aportas a la vida. Todas esas pequeñas chispitas que a vivas con tu gran llama.

No quiero volver al pasado. Tan sólo para tomar pequeñas obras de arte.

Tengo tres madres. Mi hermana mayor; me hacía vestitos rosas y me enseñaba modales. Mi hermana Monchi. Me enseñó con sus hermosos ojos color miel, a hablar sin palabras, a emocionsrme, a reír a carcajadas, a tomar el sol desnuda en el tejado, a leer con tres años y con diez el libro rojo del colé. A vivir...

Es posible que el ser que te dúo la vida no sea como tu imagina as. Y que tengas que hacer tú de madre para ella.

Es posible que sólo necesite un chupito de amor.


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