Hoy el verano quiso descansar con una fina tela de lluvia y aire fresco.
Todo huele a ozono.
Es sólo un pequeño regalo del instante.
Enseguida, el blanco grisáceo se desvanece en el azul del cielo.
Comienzan a verse los rayos de sol.
Los gatos vuelven a sus tejados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario