No volverán más veranos de rosas y hierbabuena,
De azul cielo recortado por las hojas de la higuera,
De olor a cal en la piel en el agua de la alberca.
Con su perfil tan marcado,
Extiendo la mano al otoño,
Y me acoge en su regazo,
Como un pequeño retoño.
De la humedad de las lágrimas,
Brotó de nuevo la vida,
Que mil colores no bastan,
Para darla por vencida.
Que los ojos son tus ojos
Y el sentir está muy dentro.
Cada vez que soy el agua,
Voy muy lejos con el viento.
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