sábado, 29 de agosto de 2015

Figurantes

Hay momentos en que uno se termina creyendo que es ese personaje defectuoso o impecable que ha ido construyendo.

Un poquito de aquí. Otro poquito de allá.

Hasta que ves a un niño. Con unos cuantos símbolos construye un sinfín de personajes. Y su gran imaginación. En ese ser donde confluyen lo que se piensa real y lo creado por la mente. (Cómo si no fuese todo creado por la mente). Es un aprendizaje.
Es un juego.

A veces se nos olvida ser niños, cuando sólo ese es el camino.

Hubo un tiempo en que no existían los idiomas.
Ni divisiones. Ni ese álgebra elemental de Boole con el que se pretende clasificar las personas y las cosas.
Sólo palabras.
Y los hombres y las mujeres se guiaban siempre por su instinto de miles de años.

Y eran hombres.
Y eran mujeres.

Ahora, el mundo está lleno de figurantes.
Y de vez en cuando aparece un hombre. O una mujer.


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