jueves, 27 de agosto de 2015

Desde mi atalaya

Se me hace raro estar aquí de nuevo después de tanto tiempo.
Se me hace raro saber que es lo tengo que hacer.
Estar bajo la luz que me dio la vida, en la que reconozco ahora, la más límpida vista nunca.
Se me hace extraño no reconocerme y encontrarme.
Sentirme arropada con tu abrazo, en integral calidez, cuando notas que flaqueó o de caigo.
Volver a tener varias madres y ser madre del hijo más hermoso.
Respirar hondamente y notar la gran extensión que tiene orden y que se llena con vida.
Se me hace raro ver las cosas de fuera desde dentro,  pues son ahora tan distintas.

Y desde mi atalaya, me diluyo en el tiempo lento que no miden los relojes.

Y me abstraigo.

Y desaparezco.

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