Vienes despacio, tenue, sutil.
Y a tu contacto, se tensa suavemente todo mi ser.
Esos silencios de los labios entreabiertos,
que recorren cada latir del corazón.
Vienes despacio, en deliciosa travesía,
Nada es distinto de tu piel, o la mía.
Vienes despacio, y te adoro
El simple roce de tu índice en mi mano
crea un amplificado universo de belleza.
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