miércoles, 13 de mayo de 2015

Nos quejamos de un mundo.
Y no queremos cambiar. Ni queremos cambiarlo.
No es necesario plantearse grandes retos.
El vivir cada instante tomando conciencia de las cosas  es otorgarte la oportunidad de ser mejor.
Cambiar lo cotidiano ya es tarea para toda una vida.

Aspiro, de mayor, a ser muy pequeña. Tan pequeña que no se aprecie de mi ningún rasgo distinto de la nada. Y dejar este espacio y este tiempo que desaparece a cada instante en un perfecto equilibrio.
Y marchar en silencio. Con suavidad.


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