jueves, 23 de febrero de 2017

En total son tres

He descubierto que me ocurre con el ego como con las bragas: que me encuentro mucho más cómoda cuando me las quito. Aunque el ego no es tan fácil de identificar como un objeto, podría decir que lo que hago es pasar el mayor rato posible de él, mejor sin él y de sus absurdas exigencias que no me llevan más que a padecer.

Hay quien dice que una mujer desnuda que sonríe, lo hace el doble.
Yo añado que desvestida y desnuda de ego, sonrío el triple.
Será porque de esta manera es cuando se pone de manifiesto mi naturaleza trina.
Es posible. Nunca se sabe.

No hay comentarios:

Publicar un comentario