miércoles, 22 de febrero de 2017

A ras de cielo

Abro la ventana y la puerta que conducen hacia el patio para que Fénix pueda salir cuando desee.

Ella, nada más notarlo, con un par de ágiles saltos, se conduce hasta la ventana y sale al exterior, posándose unos instantes sobre el alféizar.

Se queda un momento, mirando hacia el cielo mientras exhala un suspiro.

Después, se deja caer al suelo. Se vuelve laxa y retoza de alegría, girando sobre su espalda.

A veces, se nos olvida que también encontramos nuestro hogar, al proyectarnos al cielo.




Foto: Gareth Edwards

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