Desde la profundidad del amor, gustamos crear y recrear la belleza.
Descubrirla en lo invisible, sentirla expandirse en nuestro ser con inusitada intensidad.
A veces, basta una sola palabra susurrada dulcemente para hacernos vibrar en lo más alto, unificando cada elemento, cada célula y cada ser existentes.
La belleza es el más precioso bálsamo de la vida.
Dentro de su matriz se atempera la insoportable injusticia que impera en este mundo.
Foto: Saramut Intarob
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