Me interesa la piedra cuando está viva.
La miel de retama.
La ganchosa encina.
La yerba apretada entre las losas del camino.
Tu mirar silente despejado de dudas.
Tu respeto en mis pausas.
Tu aliento en las dudas.
Tu cálido ser agita las alas de invisibles besos.
Enciende en la piel el aura sutil que envuelve el deseo.
¡Se siente tan nuevo!
Hermoso camino de pies descalzos y gastados.
Sueños sin zapatos, envueltos de arena de mar, al planear sobre lo eterno.
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