viernes, 29 de abril de 2016

A todas luces

Y mientras existan las nubes
y un sol de luz terreno,
Miguel seguirá turrando
cada aterdecer el cielo.

Quizás desde otra atalaya.
Quizás caminando en el suelo.
Sólo es necesario un claro
Para que la luz se esparza.




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