martes, 19 de julio de 2016

La misteriosa llama

"Existe una luz que sale desde dentro del hombre, es el brillo de los ojos, el sonrojo de las mejillas, los sutiles reflejos que se producen en el pelo o en el marfil de los dientes.
También es la luz de su integridad física y de su alegría. Presentimos que nos interesan y nos imantan esas antorchas encendidas que reconocemos en los hombres irradiantes. Y yo me atrevo a decir que el deseo que manifestamos continuamente por el otro, por los otros, es deseo de arrebatarles su luz, de que nos inunde su luz. Y creo también que la arquitectura, como arte nacido para ofrecer el mejor sitio posible al misterioso acontecimiento humano, está obligada a ser un eco de la luz que esos hombres verdaderos llevan encendida. Si me permites que construya una imagen te diría que la arquitectura tiene el deber de custodiar ese flamígero que los pintores primitivos representaron encima de las cabezas de las figuras religiosas".

Luis Martínez Santa María


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