viernes, 23 de junio de 2017

Lo sagrado

Mi abuelo materno no era un hombre apegado a la religión, sin embargo era muy devoto del Sagrado Corazón. En su casa había una gran imagen que ocupaba el lugar donde fugaban sin querer las miradas. En nuestra casa familiar hay una pequeña escultura que existe desde que yo soy capaz de recordar. Supongo que mi madre continuó con la tradición iniciada por sus padres.

Hoy al ver esta foto me he acordado de esto, de mi silencioso y enigmático abuelo y de las distintas maneras que hay de representar lo mismo.




Hace muchos años que ascendía hacia el templo y me parecía sentir la misma emoción que todas esas personas del mundo del arte habrían sentido al penetrar en su interior.

Hay lugares que tienen una vibración especial. Este es uno de ellos.

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