Hay cajas de resonancia impregnadas de los ecos de mil tiempos sucediéndose a la vez. De un tiempo que está por venir. De este otro que es el instante al punto de los deseos.
Son cajas exentas de mitologías. En ellas no existen un vacío y un lleno, un primer y un último contenido.
Existen cajas elaboradas con la devoción de un orfebre artesano, agazapado en una sombra perpetua, abstraído en su invisible afán.
Existen cajas elaboradas con la devoción de un orfebre artesano, agazapado en una sombra perpetua, abstraído en su invisible afán.
Algunas cajas se presentan con envolventes generadas por un demiurgo. Son contenedoras de todo el universo, expandiéndose éste cuando se abren, ciñéndose a los límites del pensamiento, cuando se cierran.
Éstas, son la posibilidad de engendrar cualquier forma de vida latente, cambiante, en pura
Éstas, son la posibilidad de engendrar cualquier forma de vida latente, cambiante, en pura
ebullición, actividad oculta tras una aparente geometría estable.
Foto: Ruth Bernhard
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