domingo, 28 de agosto de 2016

Mountain

Quizás la fuerza que hizo nacer la montaña y la crece, sea esa la misma que te lleva a buscarla.
La fuerza que te impulsa a alcanzar su cima.
La fuerza que te hace cuidadoso en extremo en la inevitable bajada.
La fuerza que te hace entregarte al vacío cuando se pierde el rumbo y el camino.
Quizás el tiempo sólo sea el desfase entre la génesis de la montaña y la ruta del hombre que se afana en conocerla. Y se entrega a ello con pasión.
Y el espacio y el tiempo se mezclan en estratos. Estratos separados por el silencio, girados, bruzados y cortados por la orogénesis de la vida.
Estratos que atrapan y enterrieran lo que fue mortal.
Y se erosionan.
Quizás la erosión es la puesta en evidencia de la simultaneidad. De todo eso que ocurre a la vez.
Y en la mente se inventan líneas.
Y se les dota de sentido.
Y se escriben las historias.
De los secretos de la montaña.




No hay comentarios:

Publicar un comentario