miércoles, 9 de noviembre de 2016

Dulce amor

Me gusta mirarte despacito
Sin entornar los ojos
Sin  pestañear siquiera
En conexión directa
Con las luces de tu llama.

Sé bien de tu inmensidad
Apenas comienzo a recorrer sus hechuras
En ella me pierdo.

Me gusta sentirte grande
Como una fortaleza
Cuando me rodeas con tus brazos
Y de puntillas te beso, suavemente.

Recorro, así, en tan precioso refugio
Los dulces caminos de tus frondas
Ésos que saben a bosque nuevo
Lleno de antiguas esencias
Y de deliciosos frutos.

Me gusta detenerme en esas cosas
Que te hacen humano hasta en lo más hondo.
Conmoverme contigo hasta la caña de los huesos.
Yo me abrazo por entero a ese universo que eres.
Tan distinto.
Tan extraño.
Tan hermoso.

Hubo un tiempo en que quise comprender.
Más ahora sé que no tiene sentido.
Y sólo siento mis latidos
acariciando tu alma.










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