Me decía mi madre de pequeña, cuando quería hacer algo más deprisa de lo que requería:
- Hija, no vas a matar al sastre en una hora.
Pues eso.
Cuando era demasiado crédula, me metían el perro y se burlaban de mi, me decía:
¿Es que no has visto el mundo por un agujero?
Otra cosa que repetía , es que cuando un tonto coge una linde, la linde se acaba y el tonto sigue.
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