martes, 20 de abril de 2021

Otra vida

 Yo tenía siempre un sueño de ojos bien abiertos. Me gustaba  recrearlo cada noche de cada día. Después de hacer repaso mental de lo acontecido en la jornada,  me quedaba dormida y accedía al mundo de los sueños de ojos cerrados, esos otros sueños que quizás sólo de diferencian de los primeros en que suceden en ese extraño lugar que convenimos en llamar subconsciente. No sé. Nunca se sabe.

Ya no sueño con los ojos abiertos. Y desde que esto es así la vida se ha vuelto más áspera e insulsa.

Por ello, creo, todos los días se repiten con una monotonía exasperante, despojados de sueños de ojos abiertos y de amores imaginarios.

Pero yo quiero volver a soñar, sentir el vértigo de una mano soñada que se acerca peligrosamente para dibujar un instante de realidad. 

Siempre me gustó vivir en el límite de un mundo dual, inventar lo posible para aderezar las muchas veces sin substancia vida esta.

Yo tengo los esbozos de un sueño de ojos abiertos. 

Ya no hago repaso de lo que hecho al cabo del día. Otro día más que se me ha escurrido sin impregnarse de mi verdadera esencia. Otro día más sin verle. Otro día más que el sueño de ojos cerrados me lleva sin construir mi sueño de ojos abiertos.

Esta noche volveré a intentarlo. 

Reuniré los fragmentos de mis sueños rotos y comenzaré otra vida.











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