miércoles, 7 de marzo de 2018

Su mirada


Era la despedida y en aquella mirada se encontraban todos los te quiero que jamás pronunciaron sus labios.

Y por vez primera descubrí en unos ojos, en sus ojos, el fulgor de la misteriosa llama custodiada al resguardo de mi pecho.

Y entonces supe que lo amaría por y para siempre.


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