miércoles, 14 de marzo de 2018

Lo que nos vamos a llevar no, es lo que nos llevamos

Pascual hablaba mucho, muchísimo, tanto que no dejaba participar al resto en algo que no fuese un continuo monólogo.
Recuerdo una vez que hicimos una apuesta con él, para ver si era capaz de aguantar un minuto sin hablar nada.
Iniciada la prueba, se le comían los nervios y perdió la apuesta.

Después de muchísimos años nos acabamos de encontrar y saludar y ambos hemos coincidido en que antes, en los tiempos en los que nos juntábamos en la misma partida, estábamos mucho mejor que ahora sin ningún quebradero de cabeza.

Hoy me ha parecido que ya no habla tanto, pero nunca se sabe.

Mientras observaba en la media distancia ,  los estragos del inclemente tiempo en su rostro, escuchaba a una mujer decir : "es lo que nos vamos a llevar", refiriéndose a los pequeños placeres (alimenticios en este caso) que le dedicamos a nuestro cuerpo.

Yo, atenta a los cambios de mi amigo, que no son sino el reflejo de los míos propios, no he podido dejar de contestarle mentalmente a la señora, que no nos vamos a llevar nada, nada de nada.

Así es que construyamos estoicamente el ahora, porque no hay nada más.

Sólo triunfan el tiempo y el desengaño.










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