sábado, 17 de marzo de 2018

Luchamos

Aunque estemos separados, luchamos juntos.
@eltorerotuerto




Aunque estemos separados, luchamos juntos.

Configuramos una delicada red de seda invisible que se va tejiendo de corazón a corazón, de buena voluntad a cálida acogida, más allá del espacio y de la memoria.

A veces, caemos de manera desastrosa en el agujero sin red de algún enquistado pensamiento y nos quedamos por un tiempo indeterminado ahí, aislados, atrapados, esperando nada, incapaces de experimentar los más nobles sentimientos.

Hoy quisiera, desde mi aparente desorden, decir cosas en abundancia, como esta lluvia que todo lo empapa e impregna y que no cesa, mientras la primavera verdea los campos y florece en ignotos rincones sembrados y que otrora fueron olvido. Se instaura una vez más la esperanza, en el diálogo incesante de la tierra y el cielo. Puede que tú no la sientas, la esperanza, no importa demasiado un punto de vista infinitesimal respecto de aquello que se perpetua per se.
La vida continua imparable, aunque a veces nos hagamos chiquititos y olvidemos mirar desde nuestro interior toda la maravilla que acontece ahí fuera todo el rato.
Siento que, de alguna manera, la esperanza es el continuo renovarse de la naturaleza, se encuentra en las semillas brotadas de vida que se expande, vida que también cesa por doquier. En el caos es el punto de generación de lo nuevo que perfecciona lo antiguo que ha de morir.

Luchamos por salvar este mundo desde el lugar que cada uno ocupa  co-creándolo de manera original, intentando ver desde el origen, es la difícil tarea de transcender al sí mismo.
Es tarea ardua,  trabajo de quitar mucha apariencia hasta acercarse lo más posible a la esencia de las cosas.

Luchamos por cambiar el mundo cuando cambiamos en nosotros mismos todas las cosas posibles que no nos gustan de él y que se encuentran a nuestro alcance (cambiarlas).

Es un trabajo solitario para el que siempre hay ayuda, a veces sólo hay que pedirla en el lugar adecuado y la ayuda llega en muy diferentes formas.

Luchamos por entender que en este mundo dual de la polaridad, el odio y el amor no son pareja de contrarios. El amor no tiene opuesto, el amor es un estado de conciencia que se crece y eleva cuando obramos para bien en confianza plena, sin miedo. Donde hay miedo, no puede haber amor las vibraciones de lo uno y de lo otro son incompatibles.

El amor se realiza en el acto altruista dirigido hacia el otro, al descubrir el nosotros somos, en la relación.

El amor es potencia, acto y sentimiento.

El amor es una dimensión del ser.

Cuando tenemos mucho miedo el amor se aprecia en forma de fogonazos.
El miedo es un estado transitorio al que terminamos sobreponiéndonos, intuyo que por el instinto de supervivencia que también, a veces, en algún tipo de miedo es su causa.

El odio y el miedo son terrenales. El amor es el motor del universo entero.


El agujero en el que caes es un bucle, dentro de él renuncias a lo más precioso de tu ser, que es vivir intensamente el ahora, entonces vuelcas toda la energía en describir ese bucle que no conduce a ninguna parte, solo al sufrimiento. El pensamiento te atrapa. Dejas pasar el tiempo, sin entender que el tiempo por si mismo, sin actuar,  no va a cambiar nada de lo que no quieres en tu vida.

A veces escribir "me vacía" y me saca del bucle de pensamiento, pero si estoy muy metida en un bucle es difícil que las palabras fluyan.

Pero yo me he puesto a escribir  porque he leído:

"Aunque estemos separados, luchamos juntos".

Y profundizando en la belleza de estas palabras he dejado de pensarme y sentirme sola.

Y después me he puesto a perorar.

Tampoco trato de analizar porque nos llegan determinadas palabras e incluso nos tocan.

A mi me reconforta saber que mi alma no se encuentra sola, en la lucha diaria por hacer de la vida un lugar un poquito más amable y auténtico. Con suma suavidad, sin hacer ruido, sin esperar nada.




























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