martes, 11 de enero de 2022

A veces

 Leo "Porque a veces no se trata de entender, sino de aceptar".

Y entonces, algo resuena en mi interior, y me viene él a la memoria. Creo que es posible que haya llegado la hora o el momento de dejar de querer entender y simplemente aceptar que mi amor no fue suficiente para que él cambiase su vida por mi causa.

Y siento que no fui más que una lágrima en la lluvia de su infierno dantesco.

Así es, así es que no me queda más remedio que conformarme (en el sentido de darme forma).

También acepto que por un instante fui suya y él fue mío, aunque nunca lo reconociéramos, aunque un precioso día, un rayo de sol entre su rostro y el mío parecía la única distancia que nos separaba. La luz bañaba mi rostro y yo, inconscientemente, me giraba para ver los efectos de la luz dorada sobre el suyo.

 Al irse descansé mi hermosa visión mirando hacia el suelo, y me detuve en contemplar sus botas que se alejaban. Y era como si hubiésemos estado ahí, uno frente al otro siempre, juntos, felices.

Y fuimos mar y bosque. Yo  fui el bosque de su alegría. 



Pero ya no.

Aceptar o morir.

Aceptemos.




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