domingo, 2 de mayo de 2021

 Parecía que no sentía nada, pues de cara al exterior no manifestaba ningún sentimiento.

Pero te equivocas si piensas que no siento nada, te equivocas, estoy llorando por dentro. Con un dolor que se difunde y ocupa el espacio indeterminado del alma. Un dolor sordo que paraliza los miembros y agarrota los músculos y los nervios del rostro.

En raras ocasiones, se manifiestan las lágrimas. Cuando esto ocurre es como algo dentro de mi se desanudase y se abriera, liberando una infinitesimal parte de una pesada carga.


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