Yo sí.
También la primera vez que te vi. Miraba tu rostro, incrédula. Apenas atisbaba a hablar, mientras intentaba disimular el sonrojo que me producía el recuerdo de nuestros besos.
También la primera vez que te vi. Miraba tu rostro, incrédula. Apenas atisbaba a hablar, mientras intentaba disimular el sonrojo que me producía el recuerdo de nuestros besos.
Me gusta crear las estructuras más sutiles de la belleza, sabiendo que esto es posible porque es un trabajo en equipo, porque es contigo.
Me gusta mirar a ese punto indeterminado donde tu mirada coincide con la mía.
Y quedarme para siempre, entre líneas, contigo.
Y quedarme para siempre, entre líneas, contigo.
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