Voy caminando con los pies descalzos apoyando los calcáneos sobre los vértices del tiempo.
Soy consciente de mi desdicha y presa de mis pensamientos.
Cada mañana, se hace pesada la carga.
Más continuo y enlazo cada instante con el anterior. Y parece que se disipa la gravedad.
Avanzo, desde el abismo hacia la eternidad.
Voy dejando huellas indelebles de lo que soy.
La manera de ser es el arte del camino.
A veces, me sorprendo con un grito ahogado al entender que ya no estás y, es que te has ido esfumando poco a poco de mis recuerdos, de mi cotidianeidad, de mi presente.
Eras mi loca obsesión. Mi dulce amor.
Un imposible que, por un instante, rocé con la punta de mis dedos.
Más las letras se empeñan en traerte de vuelta una y otra vez...
Y no me pesa, al contrario, se me hace más liviana la carga mientras se forman las palabras que con insistencia esconden tu nombre.
Aunque todo lo relativo a ti, es cada vez más en sfumato, excepto en los sueños, donde eres tan real...
¿Sabes? Son muchos ya, demasiados, los muy amados que se han ido para siempre. Y permanecen ocultos por mucho tiempo bajo la sombra de un recuerdo.
Quisiera sentir la brisa fresca de un recuerdo intenso, que me parta en dos, que me lleve a lo que fue. Muchas, demasiadas veces no puedo sentir nada. Me he resignado a existir sin mis presencias amadas que fallecieron. Necesito algo más que los recuerdos. Necesito sentir, pero sólo consigo sentir algo, cuando vengo a este espacio, el lugar de las palabras florecientes. Aquí se extingue mi soledad y me nace la esperanza de que quizás sea casi todo posible.
Doy gracias a que hace ya tiempo que no siento niebla en mi mente, pero no me reconozco en lo que soy, se ha extinguido parte de mi fuego. No es mejor ni peor. Supongo que esto es hacerte mayor, el tiempo de las renuncias, de las grandes pérdidas y el desengaño.
Y yo iba en mis sueños levitando a un palmo del suelo, apoyando los calcáneos en los vértices del tiempo. Y sentía todo. la ingravidez, la mezcla entre realidad y asombro.
Y ya no queda nada de mis sueños: están rotos, ya sólo me queda recuperar la esperanza.