Y el tiempo discurre veloz, sin tregua, se escapa.
Y aquí sigo yo con este dolor seco, viviendo con ansias, sin saber perdonarme.
Encontrando algún alivio entre lo abstracto de las palabras, sabiéndome amada.
Y aquí continuo, improvisando el instante, con una chispa de orden con la que el amor me agasaja.
Vencida ya, no sé si algún día podré hacer honor a mi nombre.
Me pienso vencida y sin embargo tengo todo lo necesario para la felicidad, para ser yo.
Y la vida me regala la sonrisa más hermosa y yo resucito por un instante, sin entender que es algo más que sangre lo que corre por mis venas.
No soy sólo lo malo, hay algo bueno en mi que da vida. Necesito aferrarme a ello. Necesito mi sentir acuático y mis lágrimas.
Sé que puede llenarse de amor cada uno de los instantes.
El rojo es mucho más que un color mayestático.
Vamos a crecer ese chispazo de orden, a ver que pasa.
Buenos días.
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