A veces, me ahogo pensando que no tengo nada más que decir; entonces, me siento morir entre miles de motivos de un lenguaje único aún inexpresado.
Sólo espero que algún día mi mente se reconcilie del todo con mis manos.
Ni la más profunda oscuridad logra ocultar los delicados rasgos de tu belleza, amor.
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