martes, 8 de junio de 2021

Era él

 Es que era él.

Su porte elegante.

Su cara bonita.

Sus ojos de mar.

Su alma indómita.

Fue  a destiempo, mucho después de haber desaprovechado la ocasión.

En el momento que entendí, que estaba enamorada de él hasta la caña de los huesos,  fue como si saltase por los aires el tapón que ocultaba y sujetaba mis verdaderos sentimientos. Fue como si esa veladura que ocultaba la verdad se rasgara para siempre; entonces, el amor salía y me bullía a borbotones, como nunca antes otro amor fue en mi.

Y al entender esta verdad, todo mi universo establecido se desvanecía, y yo buscando mi libertad, labraba sin pretenderlo el camino hacia la soledad.

Era a destiempo y, sin embargo por un instante pensé que había una posibilidad de reciprocidad. Como no podía ser de otra manera me equivoqué. 

El salió de mi vida para siempre, dejó de contactarme y de responder a mis misivas.

Y yo me quedé sin llaves a las puertas del instante.

Después, poco a poco se ha ido desanclando de mi mente y por eso estoy siempre con la sensación de que me falta algo. Y en el fondo es que me falta, me falta mi dulce amor que una vez se detuvo en mi mirada.


 





No hay comentarios:

Publicar un comentario