Cuando no estás, mi mundo se hace más pequeño y denso con el peso de tu ausencia.
Se hace tan espeso que me cuesta imaginar un futuro inmediato sin el eco de tu risa.
Cuando no estás, las cosas parecen perder mucho de su sentido, sentido que recobran al notar dentro de mi el latido de tu amor.
Cuando no estás, a veces cierro los ojos y, ¡te siento bullir tan cerca, en el centro de mi alma!
Así, sin ti, se pasan las horas largas y los espacios vacíos, tanteando sin cesar como será el tiempo de tu regreso.
Y no puedo hacer, sino acompañarte en crecer, a la par que crece el esplendor de tus alas.
Y el tiempo corre inclemente, cuando estás a mi lado. Cada instante que estoy contigo vertebra mi mundo, que también es tu mundo, y se hace grande al son de tu mirada.
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