domingo, 27 de mayo de 2018

Abierto por reformas

Cuando vives cultivando esperanzas imposibles, ya eres un perdedor. Y cuando te das cuenta, te hundes.

Umberto Eco




...cuando reflotas, sabes lo hundido que has estado y cuesta mucho volver al lugar de los sueños, ni tan siquiera un poquito con los ojos cerrados.

Pero la vida se teje en torno a espacios vacíos, oquedades cargadas de potencial posibilitador de casi todo, allí donde se concreta la irrealidad del momento. No hay hilo que no defina en su recorrido la vida historiada de un vacío interrumpido por su presencia. O conectado, según se mire.

Los sueños, aunque sean un casi imperceptible goteo, vuelven a generar los cimientos de la vida que son las ilusiones.

La vida crea incesantemente oportunidades. Las oportunidades se aprecian cuando la mente está fluida y ágil y no necesita aferrarse a nadie ni a nada.

A veces, repetimos inconscientemente un patrón de dolor por miedo a crear una nueva vida sin su pesada carga y así en bucle, se crea una conducta que no lleva a nada bueno. Miedo a ser feliz, creo que es eso de lo que se trata.

Voy a volver a mi fantasía, esa fiel amiga que pone bellísimas alas al curso de las horas.

Y todas esas cosas que por un motivo u otro no tienen continuidad en el tiempo lejos de ser lastre son algunos puntales sobre los que se construye el momento de ahora.

A veces hay que perder mucho para poder ser.
Aunque desde fuera no lo pareciera, es todavía más lo ganado que lo dado por perdido, aunque  ello suponga recomponer hasta el último rincón de mi alma.









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