lunes, 1 de enero de 2024

Las cosas que nunca me dije

Estoy aprendiendo a no detenerme demasiado en aquello que no resuena con mi interior.

Hoy creo en lo que siento, más que en lo que deseo.

Cuido como un tesoro los lugares ciertos donde existe una auténtica reciprocidad.

Me gusta amar sin miedo y sin demora, porque nunca se sabe...

También acepto lo que no es como yo quisiera que fuera.

Entiendo la soledad como maestro de maestros y no como pesada carga.

Amo el silencio como el potencial de todo lo que no es ruido, como germen de todas las palabras.

Aprendo a no quedarme en los extremos de este juego de contrarios que es la vida, sino a disfrutar de muchos de sus delicados matices intermedios.

Aprendo a aprender todo lo que no es reglado, sino aquello que con la intuición se descubre y que aligera el alma.

Y el tiempo pasa. Y todo muta. Pero, sobretodo, amo la vida.

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