He visto como de un instante a un instante infinitesimalmente posterior la vida se apaga. Es como para no hundirse jamás en la prosa vil. Y sin embargo sigo esclava de costumbres que hacen ver la realidad como si fuésemos a ser eternos. No lo entiendo.
Miras como se desvanece la vida y entonces comprendes que lo único que vincula a la tierra es el amor, un silencio atronador que no tiene nada más que al amor como respuesta posible.
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